Las presiones son cada vez mayores: en hechos separados líderes demócratas pretenden desafiar a sus pares republicanos sin encontrar eco en sus demandas; el santo padre Francisco le pide al presidente Barack Obama usar toda su fuerza moral y política para cambiar el sistema migratorio de Estados Unidos y líderes comunitarios realizan huelgas de hambre y viajan a la Santa Sede para lograr que su voz sea escuchada, sin embargo los resultados son, hasta ahora, los mismos: no hay visos de que se vaya a aprobar una reforma migratoria.
En un hecho calificado como “poco común”, los representantes del partido Demócrata presionaron a sus homólogos republicanos para avanzar en la propuesta de Reforma Migratoria aprobada ya por la Cámara de Senadores. En una táctica parlamentaria,conocida en inglés como “discharge petition”, la cual requiere 218 firmas para obligar a la Cámara Baja a someter a voto una legislación, se trataba de forzar la revisión de la reforma migratoria.
Sin embargo, dicha propuesta “llegó sin vida” al pleno de la Cámara de Representantes, donde los republicanos la calificaron como una “cortina de humo” y mantuvieron su actitud de rechazo para avanzar en dicha reforma.
El legislador demócrata por California, Xavier Becerra, recordó que han pasado ya 273 días desde que el Senado aprobó su versión de la reforma migratoria, mientras siguen las deportaciones y las separaciones familiares.
Esta maniobra, fue aplaudida por el presidente Barack Obama, pero siendo realistas dicha medida tenía muy pocas oportunidad de prosperar, ya que ha tenido éxito sólo en siete ocasiones en las últimas tres décadas, y los demócratas sabían de antemano cuál sería la respuesta de sus pares.
Desde las escalinatas del Capitolio, los demócratas, la actriz América Ferrera, y activistas pro-inmigrantes, subrayaron que lo único que quieren es un voto del proyecto de ley HR15 para la legalización de la población indocumentada. Esa medida cuenta con 200 copatrocinadores.
El tiempo apremia ya que, en el mejor de los casos, solo queda una breve “ventana de oportunidad” hasta junio próximo para avanzar en la reforma migratoria ya que los partidos políticos se aprestan a iniciar sus campañas para las elecciones de noviembre, según Frank Sharry, director ejecutivo de “America´s Voice”.
Es el mismo deseo de activistas de grupos cívicos, religiosos, sindicalistas y empresariales, que han prometido continuar su militancia en favor de la reforma este año, incluyendo un día de acción nacional este 5 de abril.
Hay que recordar la huelga de hambre que sostuvo por varias semanas frente al Capitolio el promotor por la reforma migratoria Eliseo Medina, quien posteriormente inició, junto con un grupo de activistas, una gira por diversas ciudades del país. Este periplo se estrenó con un breve arresto “por invasión de la propiedad privada” cuando Medina intentó entregar en la oficina del congresista republicano Mario Díaz-Balart, en El Doral, Florida, una carta como parte de las acciones del movimiento “Fast for Families” a favor de una reforma migratoria.
Según el sindicalista, “hubo abuso de autoridad por parte de la policía. Ellos llegaron dispuestos a no escuchar nada, no citaron ley que estuviéramos violando”.
Al tiempo, un grupo de inmigrantes de origen latinoamericano y procedentes de las ciudades de Chicago y Los Ángeles llevaron a cabo una visita a Roma para pedir al Papa Francisco, previo a su encuentro con el presidente de los Estados Unidos, dos propuestas importantes: solicitarle al mandatario norteamericano detener las deportaciones de inmigrantes indocumentados y la tan apreciada reforma migratoria.
En esta caravana iban acompañados de la pequeña mexicana de 10 años Jersey Vargas, quien logró pedirle de manera directa al Sumo Pontífice intercediera ante el presidente Barack Obama para evitar la deportación de su padre. Sus ruegos al parecer fueron escuchados, ya que su progenitor fue liberado y se reencontraron al llegar al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles desde Roma.
“Fue lo mejor”, dijo Jersey entre lágrimas. “No célebre mis cumpleaños porque mi papá no estaba conmigo. He estado esperándolo”.
Vargas-López estuvo cinco meses en una cárcel de Louisiana tras ser detenido por manejar sin licencia. De acuerdo a su abogado, Alex Gálvez, él lleva más de 10 años en el país, tiene buena conducta y tiene hijos estadounidenses. Se tuvo que pagar una fianza de $5 mil para su liberación.
Precisamente durante el primer encuentro que celebraron el presidente Barack Obama y el papa Francisco trataron el tema de la reforma migratoria y el drama que sufren “los millones de personas que siguen en las sombras” por carecer de estatuto legal en EE.UU., un asunto especialmente sensible para el pontífice dados sus orígenes latinoamericanos.
Sin embargo hasta el momento parecería que la única respuesta a todas presiones y peticiones es una: La Reforma Migratoria avanzará sólo si Dios quiere.
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Agustín E. Pradillo ha sido Consejero de Prensa en embajadas y consulados de México. Es periodista y especialista en temas de asuntos de hispanos
