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 Los padres del veterano hispano indocumentado Miguel Ángel Pérez-Montes, su madre Esperanza Pérez y su padre Miguel Pérez (2 dcha.) posan junto a Jesús Manuel Valenzuela (izq.), y dos amigos de la familia sin identificar hoy, lunes 6 de febrero 2017, en Chicago, Illinois. Pérez-Montes, 38 años de edad, puede por el momento permanecer en Estados Unidos hasta que la juez a cargo de su caso de deportación, Robin Rosche, llegue a una decisión que podría durar unas semanas más, se anunció.
Los padres del veterano hispano indocumentado Miguel Ángel Pérez-Montes, su madre Esperanza Pérez y su padre Miguel Pérez (2 dcha.) posan junto a Jesús Manuel Valenzuela (izq.), y dos amigos de la familia sin identificar hoy, lunes 6 de febrero 2017, en Chicago, Illinois. Pérez-Montes, 38 años de edad, puede por el momento permanecer en Estados Unidos hasta que la juez a cargo de su caso de deportación, Robin Rosche, llegue a una decisión que podría durar unas semanas más, se anunció.
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Chicago – Un veterano hispano con permiso de residencia puede por el momento permanecer en Estados Unidos hasta que el juez a cargo de su caso de deportación llegue a una decisión que podría durar unas semanas más, se anunció.

En una audiencia presidida por la juez Robin Rosche, el mexicano Miguel Ángel Pérez-Montes, 38 años de edad, rindió testimonio a través de cámaras de vídeo desde un centro de detención donde defendió el derecho que tiene para permanecer en este país por haber servido en las fuerzas armadas.

Pérez-Montes, un veterano que sirvió dos veces en el frente en Afganistán, fue arrestado en el 2010, encontrado culpable de vender cocaína y un juez en ese año lo sentenció a 15 años de prisión.

El veterano, que posee un permiso de residencia permanente (“green card”), aclaró hoy que la causa de haber caído en las drogas y el alcohol se debe a los efectos del trastorno por estrés postraumático (TEPT) por su participación en dos veces en la guerra.

El soldado, quien nació en México y vivió en Estados Unidos desde los ocho años, agregó en su defensa que le sería difícil vivir y adaptarse en México, un país que casi no conoce.

El veterano y su abogado, Chris Bergin, declararon que bajo un decreto firmado por el expresidente George W. Bush en el 2002, Pérez-Montes debió haber sido declarado ciudadano estadounidense; no obstante, agregaron, al soldado nunca se le informó de este beneficio ni al ingresar a las Fuerzas Armadas ni cuando salió.

El mexicano fue entregado a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) el 23 de septiembre del 2016.

Parientes del exsoldado reaccionaron con decepción al ver que a su ser querido no se le concedió quedarse en el país y aún queda bajo una orden de deportación pendiente.

“Esperábamos que hoy cerraran el caso”, manifestó su padre, Miguel Pérez Sr., quien agregó que su hijo no conoce a ningún pariente en México.

Su madre, Esperanza Montes, dijo afuera de la corte que ella es optimista y ve el aplazo como una señal que quizás su hijo pueda ganar el caso.

“Ya está. Es una señal que va caminando algo bueno porque no fue deportado hoy”, afirmó.

El abogado Bergin señaló que al ser veterano de guerra, su cliente está tatuado con emblemas de guerra, lo que significaría un peligro para él porque corre el riesgo de ser reclutado a la fuerza por miembros de los carteles en México, quienes bajo amenaza le pedirían ayudarlos a entrenar a otros miembros de las organizaciones criminales.

“A veteranos como él los hacen trabajar para ellos o los matan”, afirmó el abogado Bergin.

En otro tema, el congresista Luis Gutiérrez y varios familiares de veteranos de la guerra se reunirán mañana martes en Washington D.C. con miembros del Caucus Hispano del Congreso para abogar contra la deportación de otros veteranos de las Fuerzas Armadas.