Cuando se trata de juegos de azar, Robert Pierce asegura que sabe perfectamente cuando “detenerse”. El residente de San Jacinto, de 46 años, dijo que la única vez que incursionó en el mundo de juegos de casino apartó un par de cientos de dólares y viajó a uno de los emporios suntuosos de juegos de azar del sur de California.
“Me dije: ‘Tan pronto como se acabe lo que traigo, me retiro’”, expresó Pierce. “Gané un poco y perdí un poco más. Gané un poco, y perdí un poco más. Gané un poco, perdí más”.
“Después de como tres o cuatro horas, se acabaron los $200, salí por la puerta y nunca regresé”.
Sin embargo ahora Pierce está considerando la posibilidad de volver a pasar por esa puerta, pero ahora a través de la entrada para empleados.
Pierce se inscribió recientemente en el programa de empleados de casinos en Mt. San Jacinto College (MSJC) en el Complejo de Educación de Temecula; un programa que apenas tiene dos años.
La certificación de capacitación vocacional, sin créditos universitarios, tiene una duración de ocho semanas y cuesta $1,000. El colegio comunitario MSJC ofrece cursos separados para juegos de mesa y juegos de póker. La matrícula en las escuelas privadas puede variar desde los $1,200 a $2,500, dependiendo en el plan de estudios.
Hay más de una docena de casinos a unas dos horas del colegio comunitario, de acuerdo a Peter Harrison, quien administra una escuela privada de empleados de casinos en Temecula; el momento es adecuado.
“Hay una gran demanda para empleados de casinos en este momento”, dijo Harrison, el dueño de Jack Black Casino Dealer School, que opera en y alrededor del Inland Empire desde el 2001.
La directora del Programa de capacitación vocacional y educación comunitaria del MSJC, Teri Safranek, ayudó al inicio del programa tras crear un programa similar en Palomar College a principios de la década de 2000. Explicó que el programa se suspendió cuando el colegio comunitario cerró su programa de educación comunitaria.
Una industria en crecimiento
Los juegos de azar de las tribus de pueblos indígenas es una industria de $30 mil millones en los Estados Unidos. California domina buena parte de esa industria, con más de $7 mil millones, según el informe de la Industria de Juego de las Tribus Indígenas, producido por el economista Alan Meister de California.
Enrico Butta, exprofesor de Palomar y quien ahora es consultor en el programa de MSJC, dijo que las cosas han cambiado mucho en los 26 años que ha trabajado en la industria del juego en Las Vegas y el sur de California como profesor y repartidor de casinos.
“En general, ahora es algo que se acepta más”, dijo Butta.
Los funcionarios escolares explicaron que, al recibir sus certificados, los estudiantes pueden ganar entre $55,000 y $85,000 al año como tallador de casino.
Un programa único
El vicepresidente de juegos de mesa del casino Pechanga Resort y Casino, Mike May, dijo que no existen muchas universidades públicas que ofrecen este tipo de programas. Él no conoce a ningún otro en la región.
“Nuestra preferencia es alguien que viene de un ambiente escolar más estructurado”, dijo May. La verdadera prueba para los estudiantes llega cuando deben enfrentar la “audición”, el término de la industria para una entrevista de trabajo en el casino.
“La prueba tiene de todo”, explicó May. “Deben aprobar la audición, manejar las fichas, hacer lo que queremos que hagan”.
A pesar de la falta de experiencia, Pierce dijo que es un aprendiz rápido y anticipa el reto de aprender nuevas habilidades.
“Es un curso de ocho semanas, en su propio ritmo, y si ocho semanas no es suficiente, puede seguir practicando y trabajando con los instructores hasta dominarlo”, dijo Pierce.
