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Cambio en política migratoria no frena espíritu emprendedor de ‘soñadores’

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Phoenix.- Carla Chavarría es parte del 6% de ‘soñadores’ que son dueños de sus propios negocios y gracias a eso no requiere de un permiso de trabajo migratorio o un estatuto legal en el país para poder sostenerse económicamente.

A sus 24 años ha fundado dos empresas exitosas y cuenta con vivienda propia, pero eso no la excluye de sentir preocupación por los miles de jóvenes acogidos al programa de Acción Diferida (DACA) que, como ella, acaban de perder la oportunidad de permanecer legalmente en el país, contar con una licencia de conducir y acceder a créditos para comprar viviendas.

“Estas acciones me afectan también a mí, no se trata sólo de lo económico, sino de lo emocional, cuando veo a mi familia y amigos afectados por la decisión de terminar con DACA me duele”, aseguró.

El presidente Donald Trump anuló este mes la acción ejecutiva aprobada por su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, lo que coloca a cerca de 800.000 jóvenes en riesgo de regresar a las “sombras”, salvo que el Congreso apruebe una ley que les permita permanecer legalmente en Estados Unidos.

Muchos de estos jóvenes no se conformaron con obtener un empleo, sino que le apostaron a ser dueños de sus negocios. Las tasas de creación de empresas entre los “soñadores”, como se conoce a los beneficiarios del DACA, es mayor a la de la población estadounidense en general de acuerdo a datos de Center for American Progress.

El estudio muestra resultados económicos y educativos positivos. En 2016 el 6% de los “soñadores” dijo haber comenzado su propio negocio, un porcentaje mayor que el del público estadounidense en general (3.1%) y la población inmigrante (3.6%).

Hay empresas de “soñadores” dedicadas a la tecnología, la venta de artesanías en línea, la fotografía, los servicios de diseño gráfico, los servicios de asesoría fiscal y el estilismo, entre otros sectores.

“Los soñadores se han desarrollado muy bien como empresarios, tienen un sentido empresarial con un toque social, aparte de generar negocios quieren impactar a la sociedad. Su meta no es hacerse millonarios, sino contribuir al crecimiento de la comunidad”, indicó a Efe Carlos Velasco, analista comercial y fundador de Velasco Consulting.

Mencionó que en situaciones adversas, es cuando tienen que reinventarse como negociantes, crear ideas para hacer crecer un negocio y saben que la innovación es la clave para sostenerse económicamente.

“Tienen la sensibilidad de entender los retos a los que se enfrentan los inmigrantes y lo aplican en sus negocios, por eso tienen un perfil mucho más social, sus pruebas han sido más difíciles, por eso buscan que la comunidad hispana tenga más poder político y social”, opinó.

Marcos Garciaacosta, abogado de negocios y migración, aclaró a Efe que el proceso de abrir un negocio en Estados Unidos es bastante independiente de la situación migratoria.

“Para tener un negocio no es necesario ser ciudadano, residente permanente o vivir en el país, existen muchos extranjeros con inversiones de negocios aquí y son transacciones perfectamente legales”, detalló.

Mencionó que DACA otorgaba a estos jóvenes llegados en la infancia el beneficio de contar con un permiso temporal que los situaba legalmente en el país, por lo que pueden obtener empleos en regla.

“Pero estos jóvenes pueden salir adelante con sus propios negocios, hasta desde México pueden manejar sus empresas en Estados Unidos. Hay distintas estructuras legales, sociedades anónimas, de capital variable, de responsabilidad limitada, o la más común que se conoce como Documento de Autorización de Empleo (EAD)”, dijo.

Explicó la diferencia entre un Residente Permanente y un beneficiado de DACA, argumentando que el primer caso cuenta con el beneficio de derecho migratorio a futuro, y el segundo únicamente brinda un permiso temporal que expira en dos años.

“Uno de los consejos que le digo a la gente que tienen negocios y que son indocumentados, es que preparen sus bienes, incluyendo los negocios que tengan, ya que en caso de ser deportados, pueden seguir beneficiándose del negocio desde lejos”, dijo.

Un ejemplo de ello es Chavarría, quien abrió sus negocios en el 2012 y actualmente dirige las empresas YMC/Ocho, una agencia de diseño gráfico y marketing, y Ganaz Apparel, una empresa de línea deportiva.

“El DACA o el status legal no te define lo que quieras ser, muchas personas piensan que la liberación la encuentras con los papeles, pero es más interno, si estas feliz trabajando, yendo a la escuela, aprendiendo cosas nuevas, no tienen que ser como todos dicen”, dijo.