Los Ángeles – Los indocumentados mexicanos que recurren a la matrícula consular como documento de identificación deberían abstenerse de hacerlo sin son abordados por algún agente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), recomendaron activistas que encabezan la campaña Red de Respuesta Rápida.
“Esta es una de varias recomendaciones que estamos dando a la comunidad para que podamos ganar tiempo y evitar una deportación”, dijo a Efe Guillermo Torres, miembro de Clérigos y Laicos Unidos por una Justicia Económica (CLUE).
Según Shiu-Ming Cheer, abogada del Centro Nacional de Leyes Migratorias (NILC, en inglés), organización que apoya esta iniciativa, la estrategia para tratar de detener los arrestos y las deportaciones de inmigrantes indocumentados se basa en ganar tiempo para poder brindar la ayuda necesaria.
“No hay que hacerle fácil el trabajo a ICE, y cuando mostramos la matrícula consular mexicana, estamos diciendo cuál es nuestra nacionalidad y cuál es nuestra identidad”, explicó Cheer.
Por el contrario, los impulsores de la Red de Respuesta Rápida recomiendan a los indocumentados mantener silencio y no entregar documentos que demuestren que no se tiene un estatus legal para residir en Estados Unidos.
Cheer, explica que, al ser un documento expedido por las autoridades mexicanas, la matrícula consular es considerada como válida por los agentes de ICE, que obtienen así información valiosa como el nombre completo, la fecha de nacimiento y fecha de expedición. Los datos en esta identificación son tomados por los oficiales y facilitan un arresto y una posible deportación.
La recomendación va dirigida especialmente a aquellos indocumentados que se puedan ver afectados por arrestos colaterales en un operativo de las autoridades de Inmigración.
“La idea es que mientras el oficial no sabe exactamente quién eres, estás ganando tiempo para llamar a un abogado que te pueda ayudar”, insiste Cheer.
Ese tiempo es el que necesita la Red de Respuesta Rápida para accionar las alarmas y poder responder a la emergencia con asistencia legal y peticiones para detener cualquier deportación expedita.
En Los Ángeles, los activistas están tratando de detener las expulsiones de los inmigrantes mexicanos que se pueden dar en el mismo día del arresto.
De acuerdo al cónsul General de México en Los Ángeles, Carlos García de Alba, hasta el viernes pasado 165 mexicanos del área habían sido arrestados desde que la administración del presidente Donald Trump inició su mandato.
“Algunas de las detenciones han sido de personas cuyo único delito era no tener documentos de residencia legal en este país. Fueron aprehendidas por estar en el lugar y momento equivocado”, indicó.
El consulado no maneja los números exactos de cuántos de estos mexicanos fueron finalmente deportados, pero sí confirmó la repatriación de varios de ellos.
Los activistas aclararon que la matrícula consular debe conservarse para identificarse con las autoridades locales, además sirve como una prueba que demuestra desde hace cuántos años se reside en Estados Unidos.
“Lo único que queremos es que se respeten los derechos de los indocumentados y que se ejerza el derecho a mantener silencio”, insistió Torres.
