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    Vanessa Verónica Buso Arriaga, de 15 años, durante una entrevista en el inaugural “College Showcase” del complejo deportivo SilverLakes en Norco, el 25 de noviembre de 2016.

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    Vanessa Verónica Buso Arriaga, de 15 años, juega en el inaugural College Showcase de SilverLakes de Norco, el 25 de noviembre de 2016.

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    Vanessa Verónica Buso Arriaga, de 15 años, posa para la entrevista en el inaugural “College Showcase” de SilverLakes de Norco, el 25 de noviembre de 2016.

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    Vanessa Verónica Buso Arriaga, de 15 años, habla con una reportera durante el inaugural “College Showcase” del complejo deportivo SilverLakes en Norco, el 25 de noviembre de 2016.

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Desde que tuvo cinco años, Vanessa Verónica Buso no ha soltado al balón de fútbol.

Ahora, la quinceañera se está convirtiendo en un fenómeno del balompié debido a que la pelota blanquinegra cada vez la sigue llevando más y más lejos. Y el éxito es hacia lo que ella apunta.

La delantera que cuenta con ciudadania doble, la estadounidense y la mexicana, se encontraba entre centenares de atletas adolescentes de más de 140 clubes futboleros que debutaron en el recién estrenado complejo deportivo SilverLakes de Norco los días 25, 26 y 27 de noviembre. Todas lucían su talento mientras competían para ganar becas e ir a las universidades más prestigiosas del país.

Buso, quien representaba a Legends FC de Chino, venía a ver si le captaba la atención de alguno de los buscadores de talento.

“Juego entre niñas que son tres años mayores que yo porque prefiero los retos y la competencia”, expresó. “A veces me pongo nerviosa al saber que me están mirando pero luego me enfoco en lo que estoy haciendo y se me olvida”.

Sus padres y sus abuelos, apoyándola en su pasión, admiran cada vez más lo lejos que la está llevando su carrera futbolística. Ya la han llevado a visitar a varios campus universitarios como Stanford, la Universidad del Sur de California (USC) y la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA).

“Desde chiquita empezó a sobresalir en el fútbol. Anotaba tantos goles que la tenían que sacar de los partidos”, rememora su madre Verónica Buso, de Corona y de Michoacán, México. “Tiene el apoyo de toda la familia. Pero como mi esposo y yo trabajamos, muchas veces la ha tocado viajar lejos sin nosotros.”

Convocada para EEUU y México

La joven, que asiste a la preparatoria de Orange y vive en Corona, también ha sido convocada para irse a entrenar con las selecciones nacionales femeninas de los Estados Unidos (Sub-15) y las de México (Sub-15).

Hace cinco meses que participó en el equipo de la tercera concentración con la Selección Nacional Mexicana Femenil Sub-15, dirigida por Mónica Vergara Rubio, en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Fútbol (CAR) en la Ciudad de México

“A veces me da un dolor de cabeza porque en México todo es mucho más estricto que aquí”, dijo la futbolera. “Allí uno no puede llegar tarde ni puede hablar en inglés en el campo. Pero me gusta mucho México porque me llevo bien con los técnicos y los entrenadores y me siento como que estuviera en casa”.

Al estar entrenando en las instalaciones del CAR, se rompió la clavícula y tuvo que quedarse cuatro días más para que la operasen. “Me acuerdo de haber llorado y haber querido seguir jugando. Me pusieron hielo y me decían: ‘Flaquita no te preocupes’”.

También recuerda que, al darse cuenta que se la había fracturado, la técnica mexicana añadio que lo sentía pero que iba a tener que retirarla de la cancha.

Como viaja mucho para participar en diferentes torneos, no siempre puede asistir a la escuela con regularidad. “Mis compañeros se preocupan por mí porque dicen que no me ven”, dijo Buso. “A veces es estresante porque me dan la tarea por adelantado y no la entiendo”.

Cuanto más retos, más sigue adelante con su sueño de éxito que incluye el estudiar medicina deportiva en una universidad como Notre Dame, Stanford, UCLA o USC, llegar a jugar fútbol en la Copa Mundial femenina y a participar en las próximas olimpiadas.