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David Marín, Director de la Oficina de Campo, a la derecha, y el Equipo de Operaciones de Ejecución Fugitiva de ICE, toman bajo custodia a Fidel Delgado Guerrero en el Condado de Riverside el jueves 22 de junio de 2017.
David Marín, Director de la Oficina de Campo, a la derecha, y el Equipo de Operaciones de Ejecución Fugitiva de ICE, toman bajo custodia a Fidel Delgado Guerrero en el Condado de Riverside el jueves 22 de junio de 2017.
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Fidel Delgado Guerrero no era el hombre que los agentes de inmigración buscaban, pero fue arrestado y ahora puede ser deportado.

Delgado Guerrero fue atrapado en lo que se conoce como un arresto colateral. Él no era el objetivo, pero estaba en el mismo lugar de una operación de inmigración. Una deportación previa en su expediente fue suficiente para que lo arrestaran.

Delgado le dijo a los oficiales de inmigración que tenía un trabajo, y preguntó: ¿qué le pasaría a su esposa?

“No tienes derecho a estar aquí. Estás ilegalmente,” le dijo David Marín, director de área de la Agencia de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, conocida como ICE, por su sigla en inglés.

Delgado, que no tiene antecedentes penales, fue uno de los cinco hombres arrestados en una operación de ICE en las ciudades de Riverside y Bloomington, el 22 de junio.

Dos de los arrestos durante la operación de 6 horas fueron colaterales, lo que significa que los detenidos no eran los objetivos previstos.

En la mira

Los oficiales de inmigración que forman parte de los equipos de operaciones de fugitivos en el área de Los Ángeles, pasaron días vigilando y confirmando el paradero de las personas que estaban buscando. Estos equipos tienen la tarea de llevar a cabo acciones de aplicación específicas en siete condados que abarcan más de 30.000 millas cuadradas.

Todos los seis hombres que buscaron habían sido condenados por crímenes anteriores: desde violencia doméstica y crueldad animal, hasta posesión de sustancias controladas para la venta. Muchos habían sido deportados previamente. Varios de los hombres habían tenido contacto recientes con la policía local, pero fueron liberados a pesar de la existencia de detenciones de ICE, dijo Virginia Kice, portavoz de esta agencia.

No todos los nombres de las personas fueron publicados.

“No divulgamos proactivamente los nombres de los arrestados por violaciones administrativas de inmigración,” dijo Kice en un correo electrónico.

Funcionarios de ICE emiten detenciones de inmigración para solicitar que la policía detenga a las personas por hasta 48 horas después de sus procedimientos de justicia penal, para que puedan ser llevados a custodia y los procedimientos de remoción puedan ser iniciados.

“Una vez que estas personas están en la calle, a menudo se invierte mucho tiempo y recursos en confirmar su paradero,” dijo Kice.

Fue temprano

La acción comenzó justo después de las 4 de la mañana, con agentes de inmigración acurrucados en el estacionamiento de una tienda de Ace Hardware, en Jurupa Valley. Allí discutieron el paradero de los seis hombres que buscaban.

Los oficiales sabían sus rutinas matutinas. Un hombre era conocido por comprar su café a las 7:30 am en una estación de gasolina Chevron, en Riverside. Del otro sabían que llegaba a casa a las 8:30 am del trabajo.

Los agentes detuvieron a los hombres: interceptando sus vehículos mientras se dirigían al trabajo, tocando las puertas de sus casas o simplemente esperaban afuera de sus residencias hasta que entraban o salían.

Delgado, es del estado mexicano de Guanajuato, se sorprendió por su arresto en su casa de Riverside.

Los oficiales estaban buscando a su hijo de 24 años, quien tiene récord criminal y de deportación.

“No sé si no me creyeron que él no estaba en casa… pero terminaron deteniéndome,” dijo Delgado.

Delgado y su esposa tienen cinco hijos, el menor de 15 años. Su esposa también había sido deportada previamente y recibirá una carta para presentarse a una oficina de Inmigración y Aduanas en una fecha posterior, dijo Marín, director de área la ICE. Ella tampoco tiene antecedentes penales, agregó Marín.

“Estoy un poco asustado porque me voy y mi familia se queda aquí,” dijo Delgado, quien ordeña vacas para ganarse la vida.

“Si me deportan, no voy a volver. Esta demasiado difícil aquí,” agregó.

Delgado, quien es el principal proveedor de su familia, dijo que tiene hermanos en México y que si es enviado de regreso a su país natal, planea trabajar en los campos de cultivo de elote y papas.

“No hacemos ningún mal al venir aquí a trabajar y mejorar nuestras familias. Ser ilegal es el único problema que tengo,” dijo.