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  • La comunidad inmigrante del área se movilizó y exigió respuestas,...

    La comunidad inmigrante del área se movilizó y exigió respuestas, mientras que decenas de estudiantes tomaron las calles aledañas en repudio a los indignantes comentarios.

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    La comunidad inmigrante del área se movilizó y exigió respuestas, mientras que decenas de estudiantes tomaron las calles aledañas en repudio a los indignantes comentarios.

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Los comentarios burlescos hechos por varios maestros de la escuela secundaria Rubidoux, en Jurupa Valley, hacia el boicot “Día sin Inmigrantes”, ejecutado el 16 de febrero, generó rabia entre los estudiantes quienes respondieron abandonando el plantel escolar, e indignación entre la comunidad inmigrante local, la cual exigió el despido inmediato de los involucrados.

Y es que la conversación entre un maestro y sus colegas en referencia al boicot nacional que tenía la intención de hacer sentir el peso económico y la importancia de la comunidad inmigrante a nivel nacional, fue vista como discriminatoria, despectiva y ofensiva.

La plática en redes sociales iniciada por el maestro de ciencias sociales, Geoffrey Greer, argumenta que el boicot sirvió para que muchos estudiantes tuvieran excusa para actuar de “flojos”, y “emborracharse”.

“Tener mi clase reducida al 50 por ciento todo el día solo sirve para apoyar las iniciativas de Trump y comprueba lo bueno que son las cosas sin la sobrepoblación. Fue el mejor día de todos”, comentó Greer en su página de Facebook. “Es una gran protesta que ni siquiera sabias que estaba ocurriendo”.

Robin Riggle, maestra de arte, se sumó a la plática indicando que durante el jueves 16 de febrero tuvo 50 ausencias de estudiantes, a lo que Greer le respondió que le apostaba que su clase corrió sin ningún problema también.

“Si, fue un día placentero”, respondió Riggle.

Otros maestros de la misma escuela, se unieron a la plática.

Piden respuestas

De inmediato, la comunidad inmigrante del área se movilizó y exigió una pronto respuesta, mientras que decenas de estudiantes tomaron las calles aledañas en repudio a los indignantes comentarios.

Antes de culminar el día escolar, decenas de estudiantes abandonaron las aulas y se manifestaron bloqueando tráfico en el transitado bulevar Mission, en la comunidad del condado de Riverside, mientras portaban carteles que leían “Trabajos Si, Migra No”, y “Immigrants Make America Great”, entre otros.

“No nos quedaremos callados, ya basta de insultos”, comentó Daysi Mejía, una estudiante.

Simultáneamente, varios padres de familia se congregaron en las puertas de la escuela ubicada en la cuadra 4000 de la Calle Opal para exigir respuestas. Ahí, los padres de familia, apoyados por organizaciones pro-inmigrantes locales, fueron recibidos por Elliott Duchon, Superintendente del Distrito Escolar Unificado de Jurupa, para decirles que los maestros habían sido suspendidos con goce de sueldo.

Maestros suspendidos

“Estamos llevando a cabo una investigación para llegar hasta el fondo del asunto. El distrito está comprometido con el bienestar de los estudiantes y les aseguro que estamos tomando la situación muy en serio para evitar que vuelva a suceder”, comentó Duchon.

Sin embargo, la respuesta del superintendente no calmó los ánimos y los padres respondieron exigiendo el inmediato despido de los maestros involucrados.

“¿Usted sabe el daño psicológico que le causa a un joven escuchar estos comentarios? ¿Usted cree que está bien que un maestro que se supone esta para enseñar, se porte a este nivel? Esos comentarios dañan el auto estima de los estudiantes, los hace sentir mal, les hace creer que son menos y que nunca podrán sobresalir”, comentó Mayra Franco, madre de un estudiante.

“Suspenderlos no es suficiente, deben ser despedidos. Si no los despiden entonces nos iremos contra los lideres electos”.

Araceli Pérez, madre de familia, exigió además un foro comunitario para que el distrito responda a preguntas de los padres de familia.

Por su parte, María Lara, de 42 años de edad y madre de tres estudiantes, dijo que esto no es nuevo y exigió una investigación a fondo para la seguridad de los estudiantes.

“Los estudiantes no están seguros en este plantel con maestros racistas”, comentó Lara. “Cuando un estudiante hace algo mal, es expulsado, pero cuando un maestro hace algo mal, es suspendido con goce de sueldo, eso no es castigo”.

La escuela Rubidoux cuenta con una población estudiantil del 90 por ciento latino. Mientras tanto, el 80 por ciento de todos los estudiantes del distrito son hispanos.