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El senador demócrata Dick Durbin dijo que también trabaja con la Administración Trump para encontrar una solución para los casi 800.000 jóvenes que podrían perder el estatus migratorio temporal y el permiso de trabajo.
El senador demócrata Dick Durbin dijo que también trabaja con la Administración Trump para encontrar una solución para los casi 800.000 jóvenes que podrían perder el estatus migratorio temporal y el permiso de trabajo.
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Chicago.- El senador demócrata Dick Durbin, grupos que apoyan la aprobación de una reforma migratoria y jóvenes indocumentados aumentaron la presión para que el Congreso apruebe una ley que legalice la situación de los “soñadores” ante el temor de que se suspenda la Acción Diferida (DACA).

“No tenemos tiempo que perder”, declaró Durbin en conferencia de prensa en Chicago, donde reconoció que siente “un gran temor” por la posibilidad de que el presidente Donald Trump o el cortes de justicia puedan poner fin en cualquier momento a la protección que brinda DACA a cerca de 800.000 jóvenes indocumentados.

El legislador demócrata y su colega republicano Lindsey Graham presentaron la semana pasada el Dream Act 2017, que en la práctica es la misma ley que en 2011 fue derrotada en el Congreso y por la cual los llamados “soñadores” podrían obtener la residencia legal permanente y una vía hacia la ciudadanía.

“Para aprobar esta ley se necesitan votos republicanos”, dijo Durbin, quien ha pedido a sus colegas demócratas del Senado que “se enfoquen” y busquen apoyo republicano en las dos cámaras del Congreso.

Según informó, el proyecto de ley cuenta en estos momentos con el apoyo de dos senadores republicanos en el Senado, aunque no mencionó sus nombres, y busca enrolar a otros 11 que ya votaron por el Dream Act cuando era parte de la reforma migratoria integral.

Durbin dijo que también trabaja con la Administración Trump para encontrar una solución para los casi 800.000 jóvenes que podrían perder el estatus migratorio temporal y el permiso de trabajo, lo que consideró “una pérdida terrible”.

“No pierdo la esperanza”, señaló Durbin, quien señaló que en las dos entrevistas personales que tuvo hasta el momento con Trump le escuchó hablar de su deseo de solucionar el problema de los “soñadores”.

A pesar de su retórica “dura y negativa” en el tema migratorio, Trump parecería hacer una excepción con los soñadores, opinó Durbin.

Los jóvenes, sin embargo, no quieren permanecer inactivos a la espera de una posible solución política, y anunciaron hoy en Los Ángeles que, junto a grupos proinmigrantes, van a aumentar la presión sobre el fiscal general, Jeff Sessions, para que defienda DACA del ataque de 10 procuradores estatales.

La iniciativa pretende impulsar una maratón de llamadas, correos electrónicos y peticiones escritas a las oficinas de Session y los procuradores de toda la nación.

“No podemos permitir que sigan con esas campañas de odio y el procurador general está para defender al pueblo de las injusticias, y eliminar DACA sería un ataque contra estos jóvenes que no han cometido ningún delito”, aseguró a Efe Gloria Saucedo, directora del grupo Hermandad Mexicana.

El fiscal texano, Ken Paxton, encabeza un grupo de 10 procuradores estatales que pidieron al Gobierno que ponga fin a DACA antes del próximo 5 de septiembre bajo la amenaza de que, en caso contrario, acudirán a los tribunales.

En contestación a esta petición, un grupo de otros 20 fiscales estatales escribieron una carta al presidente en la que le instan a reafirmar su compromiso con los jóvenes.

Todd Schulte, presidente de la organización bipartidista FWD.us, que promueve una reforma migratoria para facilitar el reclutamiento de los mejores candidatos extranjeros en el campo tecnológico, también recordó hoy que Trump ha dicho repetidamente que quiere “usar su corazón” para resolver el problema de DACA.

“La situación es muy clara, o se mantiene DACA o se aprueba el Dream Act porque la alternativa es terrible”, dijo hoy en conferencia de prensa ante la posibilidad de que los jóvenes dejen de estudiar o pierdan sus trabajos.

Naomi Tsu, subdirectora del Southern Poverty Law Center, también apoyó hoy el nuevo esfuerzo de Durbin y Graham, para que la vida de los jóvenes indocumentados “no estén sujetas a los caprichos de cualquier gobierno”.