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    El doctor Iqbal Munir y la enfermera Yesenia Buenrostro atienden a María Rico de Ortiz, 37, en su visita regular en el Centro Médico de la Universidad de Riverside en Moreno Valley, viernes 21 de octubre del 2016. Ella ha vivido con diabetes de tipo 1 por 31 años.

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    La enfermera Yesenia Buenrostro ayuda a la madre de familia, María Rico de Ortiz, a modificar los niveles de su bomba de insulina de acuerdo a las nuevas cantidades ajustadas por el doctor.

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Las cifras son impresionantes. 

En el país, hay 29 millones de diabéticos y en California, 2.5 millones. Se calcula que más de la mitad de adultos en el estado, 55%, padecen de diabetes o podrán llegar a padecerla.

Otro dato alarmante es que más de un 50% de los hispanos adultos desarollarán a la diabetes tipo 2 a lo largo de sus vidas.

María Rico de Ortiz, de 37 años, madre mexicana de cinco hijos, ha tenido la diabetes de tipo 1 desde la temprana edad de seis años. Va a una clínica especializada para pacientes diabéticos del Condado de Riverside cada tres meses para ver cómo la está funcionando la bomba de insulina de color rosa que tiene que usar. Dice que la diabetes es algo que ha aprendido a sobrellevar a través de los años a pesar de ser tan trabajosa.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas produce nada o poca insulina. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. Existen dos formas de diabetes. Las personas con diabetes de tipo 1 como Rico de Ortiz, no pueden producir insulina, así que necesitan inyectársela para suplir la carencia de su páncreas y sobrevivir. Las personas con la del tipo 2, que representan un 90% de los casos, pueden producir su propia insulina pero resulta insuficiente o el cuerpo no la aprovecha de manera adecuada.

Si la diabetes de tipo 1 se considera incurable, la de tipo 2 es prevenible y, de cierta manera, reversible, ha afirmado el doctor Iqbal Munir, endocrinólogo del hospital universitario del centro sanitario pública del Condado de Riverside, en Moreno Valley, quien ha asegurado además que la mayoría de sus pacientes son hispanos.

Munir recomienda que no se postergue el cuidado de esta enfermedad, ya que afecta desproporcionadamente a la población latina estadounidense. “El promedio es que la diabetes afecte a una de cada 20 personas en general, sin embargo, la diabetes afecta a una persona hispana de cada 10. Es el doble”.

Considerando que hay varias teorías que pueden dar explicación a este fenómeno, el endocrinólogo cree que hay más resistencia a la insulina entre los hispanos y que las situaciones laborales a la que se enfrentan aquí con su consabido estrés, aumentan sus factores de riesgo. Otros elementos incluyen la edad, la genética, la hipertensión y llevar una vida sedentaria.

La diabetes es una enfermedad crónica que requiere un tratamiento de por vida. De tal manera, cuanto antes se detecte y se antes comience a tratar, mejor sería el resultado.

A veces, Munir ve en la consulta a pacientes diabéticos que le dicen que ya están listos para hacer cambios tras haber sufrido un ataque al corazón o un derrame cerebral. “Es mucho más aconsejable que se controle la enfermedad desde un principio, ya que así, las complicaciones graves se podrán aplazar por muchos años”, expresó.

Una diabetes descontrolada puede causar la ceguera, la amputación de extremidades, la insuficiencia renal, los derrames cerebrales y la muerte prematura.

“La diabetes es una enfermedad que se tiende a tomar a la ligera”, esboza Munir. “Si se le dice que tiene cáncer o sida, la gente se asusta porque piense que es una cuestión de vida o muerte. La diabetes nos debería de asustar de la misma manera porque es una enfermedad igual de seria”.

La amenaza de la prediabetes

Cuando alguien es diagnosticado con su nivel de glucosa (azúcar) en la sangre más elevada de lo normal, pero no es tan suficientemente alto como para ser diagnosticado con la diabetes, se le puede llamar “pre-diabético”. No siendo en sí una enfermedad, la “prediabetes” es tan solo un incremento en riesgo hacia el desarrollo de la diabetes. Es más, algunos científicos no creen que sea la prediabetes sea un buen término porque parece indicar que uno ya tiene diabetes.

Se estima que un 46% de todos los adultos californianos tienen prediabetes o diabetes sin saberlo. Entre los latinos, las cifras suben dependiendo de la edad. Entre las edades de 18 a 39 años es un 36%, entre los 40 y 54 es un 51% y entre los 55 y 69 es 55%, según un estudio reciente de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA).

Para crear conciencia y ayudar a las personas con prediabetes a conocer su estado de salud y a prevenir la diabetes de tipo 2, varias organizaciones incluyendo la Asociación Americana de la Diabetes, la Asociación Americana Médica y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, se han aliado para lanzar la primera campaña nacional de información sobre la prediabetes.

El mensaje de la campaña es que nadie se libra de la prediabetes. Le puede afectar a cualquiera. Con anuncios y letreros en inglés y español se anima a que las personas tomen una breve prueba por internet en PodriaTenerPrediabetes.org para conocer su riesgo individual de prediabetes.

Casi un 90% de las personas con prediabetes no saben que la padecen y, por lo tanto, no están conscientes del peligro que esta afección presenta a largo plazo para su salud, como podrían ser la diabetes de tipo 2, el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular.

Las tendencias actuales predicen que aproximadamente del 15% al 30% de personas prediabéticos adquirirán diabetes del tipo 2 en un plazo de cinco años, si no reciben tratamiento.

Cabe mencionar que con frecuencia la prediabetes y, a veces, la diabetes de tipo 2 se pueden revertir simplemente mediante el estar consciente del peligro de la enfermedad, el peso normal, la dieta saludable y el ejercicio, señala el doctor Munir.

Con todo, los investigadores indican que el diagnóstico es elucidario, ya que su estudio muestra que cuando las personas se dan cuenta de que tienen pre/diabetes es más probable de que hagan los cambios necesarios en su rutina diaria para mejorar la salud.

Síntomas de la diabetes

Diabetes de tipo 1:

Constante deseo de orinar

Sed inusual

Hambre extrema

Pérdida inusual de peso

Fatiga e irritabilidad extrema

Diabetes de tipo 2:

Cualquiera de los síntomas de la diabetes de tipo 1

Infecciones frecuentes

Visión borrosa

Cortes/moretones que tardan en sanar

Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies

Infecciones recurrentes de la piel, las encías o la vejiga