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 Una multitud celebra en el campamento Oceti Sakowin después de que se anunció que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército se negó a darle permiso a la empresa para que ampliara la tubería por debajo de un embalse del río Missouri, el domingo 4 de diciembre de 2016, en Cannon Ball, North Dakota.
Una multitud celebra en el campamento Oceti Sakowin después de que se anunció que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército se negó a darle permiso a la empresa para que ampliara la tubería por debajo de un embalse del río Missouri, el domingo 4 de diciembre de 2016, en Cannon Ball, North Dakota.
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CANNON BALL – Figuras destacadas del sector industrial de Estados Unidos instaron al presidente electo Donald Trump, a autorizar el polémico oleoducto Dakota Access como “máxima prioridad” cuando asuma el cargo el mes que viene, mientras los opositores al proyecto —que han organizado protestas desde hace meses— prometieron quedarse en su amplio campamento en North Dakota pese al duro clima invernal y a la petición de líderes tribales de que se marchen.

El Ejército declinó emitir un permiso para que el oleoducto, una iniciativa valuada en 3.800 millones de dólares, cruce bajo un embalse del río Missouri en el sur de North Dakota, cerca de la reserva sioux Standing Rock. Aunque la decisión del Ejército no pone fin al debate, los analistas de la industria y el presidente de la tribu indígena norteamericana que lideró las protestas afirmaron el lunes que no esperan nuevos acontecimientos en varios meses.

El presidente de Standing Rock, Dave Archambault, celebró la decisión del Ejército indicando que requería “un coraje tremendo”, y el presidente del Congreso Nacional de Indígenas de Estados Unidos, Brian Cladoosby, añadió que refleja “respeto por la soberanía tribal”.

La tribu Standing Rock cree que el oleoducto de 1.200 millas para llevar petróleo de North Dakota a través de las Dakota y Iowa hasta un punto de embarque en Illinois pone en peligro su fuente de agua potable y varios lugares con valor cultural. La compañía constructora, Energy Transfer Partners, con sede en Dallas, negó esas acusaciones y afirmó que el conducto será seguro. El tramo que pasa bajo el lago Oahe es el único trozo grande que queda por construir.

“Confío en que el presidente electo Trump rechace las vergonzosas acciones del gobierno Obama de impedir este vital proyecto energético”, afirmó en un comunicado el domingo por la noche el director ejecutivo del American Petroleum Institute, Jack Gerard. La institución representa a la industria estadounidense petrolera y del gas natural.

Trump está a favor de construir el oleoducto, afirmó el lunes a Associated Press el portavoz Jason Miller. Sin embargo, Miller no dijo si el presidente electo revocará la decisión del Ejército.

“Evaluaremos la situación al completo cuando estemos en la Casa Blanca y tomaremos la decisión adecuada en ese momento”, dijo Miller.

La MAIN Coalition, formada por entidades agrícolas, corporativas y sindicales que se benefician de proyectos de infraestructura en la región, también confía en que Trump allane el camino para completas la obra. La industria calificó la decisión del Ejército como “arrogancia que la clase trabajadora de Estados Unidos rechazó con firmeza” al elegir a Trump en los comicios de noviembre.

Energy Transfer Partners afirmó que la decisión tenía motivaciones políticas y dijo que el gobierno del presidente Barack Obama está decidido a retrasar el tema hasta que termine su mandato. La empresa espera una decisión de un juez federal al que había pedido autorización antes para perforar bajo el lago.

Cientos de personas que se describieron como “protectores de agua” han permanecido en el campamento Oceti Sakowin (consejo de siete fuegos), en la ruta del oleoducto en el sur de North Dakota. Archambault, que no esperaba novedades en varios meses, les instó el lunes a volver a casa ante la llegada del peligroso clima invernal. Sin embargo, la gente en el campamento aseguraba estructuras y acumulaba leña ante la llegada de una tormenta, en lugar de subir a sus vehículos y marcharse.

Es probable que la decisión del Ejército demore la construcción al menos en varios meses, pero no la cancela, según analistas especializados en energía. Aunque la empresa había esperado comenzar a transportar crudo la próxima primavera, ahora es probable que el proyecto se retrase hasta verano u otoño como pronto, informó Christi Tezak, directora gerente de ClearView Energy Partners, una firma de investigación con sede en Washington.