Hillary Clinton abogó por un camino a la ciudadanía mientras que Donald Trump continuó impulsando su propuesta para construir un muro a lo largo de la frontera con México durante el debate presidencial del pasado miércoles.
La inmigración fue un tema muy anticipado porque había sido ignorado en los dos debates anteriores.
Sin embargo, activistas en ambos lados del tema sintieron que el debate del miércoles careció de detalles.
“Para un tema que ha sido tan central en esta campaña… Volvieron a los puntos más básicos”, comentó Ira Mehlman, portavoz para la Federación por la Reforma Migratoria Estadounidense, un grupo con sede en Washington D.C. que aboga por una mayor seguridad fronteriza y por un alto a la inmigración ilegal.
Con respecto a los comentarios de Clinton de generar un plan para la reforma de inmigración en sus primeros 100 días de oficina, Mehlman dijo que ella debió de haber detallado aún más su propuesta.
“No dijo lo que haría para evitar que la misma situación vuelva a ocurrir”, comentó.
Sobre el continuo empuje de Trump para la construcción de un muro fronterizo, comentó, “no fue específico sobre cómo atraparía a los tipos malos”.
Trump dijo en el debate que sacaría a “malos hombres” de los Estados Unidos cuando habló sobre la inmigración. Él también acusó a Clinton de favorecer las fronteras abiertas.
“No creo que la Secretaría de Estado Clinton haya abogado por la apertura de fronteras”, comentó el representante Mark Takano, demócrata por Riverside y partidario de Clinton que observó el debate por televisión.
“Ella ha votado a favor de la seguridad fronteriza”.
Takano dijo que debió de haber habido más discusión sobre cómo la economía sería afectada negativamente si los 11 millones de personas indocumentadas fueran deportadas, algo por lo que Trump ha abogado.
“Pero pinta esta imagen que los inmigrantes son responsables que la gente pierda sus empleos, y eso simplemente no es verdad”, finalizó.
