Ambos equipos tuvieron sus opciones, pero la falta de puntería obligó a definir al campeón de la Copa MX desde los once pasos.
Tuvo que ser con el dramatismo de los penales, pero las Chivas volvieron a festejar un título en su casa como no pasaba desde 1997.
Luego de empatar 0-0 en el tiempo regular, el cuadro de Matías Almeyda consiguió el título de la Copa MX al vencer en penales 3-1 al Morelia, que erró tres disparos de forma consecutiva entregándole al Rebaño la Copa, producto también al excelente cobro de sus tiradores.
Pese a tener el dominio del juego la mayor parte de la primera mitad, las Chivas no lograron abrir el marcador en los primeros 45 minutos, que tuvo como incidente más relevante, la lesión de Ángel Zaldívar y que obligó a Matías Almeyda a modificar su esquema, mandando a la cancha a Rodolfo Pizarro al minuto 38.
Para la segunda mitad, las Chivas siguieron en su tónica, buscando tener el balón y en base a la dinámica, encontrar el gol del triunfo. Apenas al 49?, Alan Pulido tuvo el 1-0 con remate de cabeza, pero el portero Sebastian Sosa se vistió de héroe al detener el remate del atacante.
Pero poco a poco la dinámica rojiblanca se fue apagando, producto de la presión que estaban haciendo en el área rival, hasta que el Morelia se sintió más cómodo y se dio tiempo para ir al frente, metiendo en predicamentos al Guadalajara, pero son una lo suficientemente clara como para ganar el juego.
Eduardo López, quien entró de cambio en el segundo tiempo buscando ser el salvador para los rojiblancos, tuvo una clara que de nueva cuenta el portero Sosa desvió a tiro de esquina para evitar el gol de las Chivas.
Ya en tiempo agregado, y con la cancha partida, ambos equipos tuvieron sus opciones, pero la falta de puntería obligó a definir al campeón de la Copa MX desde los once pasos.
Ahí el Rebaño fue certero y contagiándose del muslo de su gente, pese a iniciar la ronda con un penal fallado por Carlos Salcido, se supo reponer, con una soberbia actuación del portero Miguel Jiménez, quien detuvo tres disparos combinado con los aciertos de Hedgardo Marín, Alan Pulido y Orbelín Pineda, le dieron la Copa al Guadalajara que por fin pudo festejar ante su gente.
Festejan aficionados en La Minerva
El Rebaño provocó un jolgorio.
Las Chivas le ganaron en penales al Morelia la Final de la Copa MX y de inmediato, la glorieta de La Minerva se llenó de aficionados rojiblancos, quienes se mostraron llenos de júbilo.
“Chivas, Chivas”, fue el grito que le dio vida a la noche tapatía. El tránsito vehicular fue cerrado, unos seguidores corrían, otros lloraba, otros se abrazaban y en pocos minutos se armó una fiesta rojiblanca con unos mil 500 aficionados.
Por las avenidas cercanas, los automóviles con banderas en las ventanas formaron un desfile, pitaban, gritaban y alguno que otro subía el volumen de su radio para que se escuchara cantar a Vicente Fernández, quien siempre en sus conciertos gritaba: “arriba las Chivas”.
