Skip to content
  • David Pardo, fotógrafo del Victorville Daily Press, se reunió con...

    David Pardo, fotógrafo del Victorville Daily Press, se reunió con la residente de Riverside, Shelly Hirst, que junto con su hijo, encontró una cámara de Pardo en el Lago Hesperia.

  • Con la ayuda de Shelly Hirst, de Riverside, David Pardo,...

    Con la ayuda de Shelly Hirst, de Riverside, David Pardo, fotógrafo del Victorville Daily Press, recuperó una cámara que perdió cuando fue víctima de un asalto.

of

Expand
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Shelly Hirst y su hijo de 11 años, Matthew Fuller, estaban pescando en el lago Hesperia el miércoles, 13 de julio, cuando engancharon lo que parecía una cámara antigua y sucia.

Hirst con curiosidad, se llevó la cámara a su residencia en Riverside, sacó la tarjeta de memoria, y de alguna manera, habían sobrevivido las fotografías. Y eran buenas fotos.

Al día siguiente, un fotógrafo periodista, quien fue brutalmente agredido no mucho después de usar esa cámara, estaba encantado de haber encontrado la cámara.

David Pardo, de 36 años, estaba fotografiando la vida del lago en una tarde calurosa de mayo para el diario Victorville Daily Press, recordó el jueves, 14 de julio, en Riverside, donde se encontró con Hirst.

Tenía unas buenas tomas, pero tomó unas cuantas fotografías más cuando vio a una mujer con un cochecito de bebé en las inmediaciones, estaba alimentando a los patos, y se acercó a ella para obtener su nombre.

“¡Hola! Soy del Daily Press, estoy trabajando en una historia sobre el verano aquí en el lago”, dijo Pardo. La mujer respondió que no quería aparecer en el periódico.

“Está bien”, le dijo. Algunas personas no quieren aparecer en el periódico, y Pardo respeta eso.

Pero entonces ella le pidió a Pardo que borrara las fotografías, alegando que era una invasión de su privacidad. Él le explicó que no iba a utilizar las fotografías, pero que no podía borrarlas, práctica común entre los periodistas en todo el mundo, por lo que la mujer llamó a la policía.

Pardo no se preocupó. Se imaginó que los agentes llegarían y ayudarían a resolver la situación.

Los agentes no llegaron; en su lugar, dos hombres se acercaron a él y le indicaron que eliminara las fotografías. Una vez más, él se negó, con calma.

“Fue entonces cuando me golpearon”, dijo. “Ellos atacaron, atacaron, atacaron y atacaron”.

Tras el asalto, sus dos cámaras, propiedad del Daily Press, y su teléfono celular fueron arrojados al agua.

El miércoles, mientras Hirst estaba pescando, creyó que había enganchado algo en el suelo. Ella tiró y tiró, y finalmente la cámara salió a la superficie. Su hijo pensó que era algo gracioso.

Colocó la tarjeta de memoria en su computador y vio las fotografías, algunas de las cuales eran de un concierto del cantante Vanilla Ice, e imaginó que el propietario de la cámara seguramente estaba buscando la cámara.

Hirst tomó una fotografía de la cámara y la publicó en Facebook, y se propagó hacia las comunidades de Riverside y Hesperia. Eventualmente, alguien publicó una historia sobre lo que le había sucedido a Pardo.

Casi 24 horas después de encontrar la cámara, regresó a las manos de Pardo.

La madre de Pardo, Margarita, aplaudió mientras los dos se abrazaron. Le dio las gracias a Hirst por devolver la cámara.

No era la cámara que había utilizado para fotografiar a la mujer que estaba alimentando a los patos. Pero sí tenía otras fotos de ese día en el lago.

Un hombre fue acusado del asalto: Steven Andrew Mancillas, quien se declaró no culpable del asalto y vandalismo, en mayo. Erika Ochoa, quien fue detenida en relación al asalto, no se les han presentado cargos.

A Pardo todavía se le salen las lágrimas cuando habla sobre el encuentro.

El rostro y la mandíbula se hincharon tras el ataque, pero su rostro no muestra señales de daño. Donde le pegaron en el cuello ya sanó. Su brazo izquierdo, el que utilizó para defenderse, todavía le duele cuando lo alza.

Y piensa un poco diferente sobre su trabajo. Pardo sigue siendo un fotógrafo orgulloso, pero inmediatamente después del ataque se mostró cauteloso en el trabajo. Hoy en día, cuando sale en una asignación, expresó Pardo, no se preocupa demasiado. Pero el recuerdo siempre está allí.