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Denver.- Un grupo de activistas de Colorado lamentó que los esfuerzos desplegados para evitar la deportación de una mexicana de 30 años, y madre de tres niñas estadounidenses, no dieran resultados ante un “inhumano e inmoral sistema de deportación”.

Según han dado a conocer grupos de activistas locales, la mexicana Cristina Rodríguez Sagarnaga, que llegó a EE.UU. cuando tenía 5 años de edad y residía en Denver, fue deportada a su país de origen el sábado, tras ser detenida el miércoles durante una cita de control en las oficinas locales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

“Nuestras tres estrategias para que no se deportase a Cristina Rodríguez Sagarnaga consistieron en apelar a las máximas autoridades federales, contactar a los congresistas de Colorado y realizar videos de la madre y de las hijas de Cristina pidiendo que no se las deportase”, explicó a Efe Gabriela Flora, del Comité de Servicios de Amigos Americanos (AFSC, por su sigla en inglés).

AFSC y otras organizaciones pro-inmigrantes contactaron a los senadores Michael Bennet (demócrata) y Cory Gardner (republicano), y a la congresista Diana DeGette (demócrata) solicitando su ayuda a favor de Rodríguez Sagarnaga.

En otras ocasiones, los congresistas intercedieron a favor de indocumentados, como sucedió con otra madre mexicana indocumentada residente en Denver, Jeannette Vizguerra, quien el pasado mayo abandonó el templo en donde se mantuvo refugiada más de tres meses tras serle comunicado el aplazamiento de su deportación.

Rodríguez Sagarnaga había solicitado la visa U, por ser víctima de violencia familiar.

Ante su irregular situación inmigratoria, un juez le dio la posibilidad de salir del país por cuenta propia, y como ello no ocurrió se ordenó su deportación en 2012, circunstancia que le impidió acogerse al programa federal de Acción Diferida por los Llegados en la Infancia (DACA).

Desde entonces, Rodríguez Sagarnaga se presentaba cada año ante las oficinas locales de ICE para renovar su estancia temporal y aplazar así su deportación mientras peleaba en los tribunales su caso.

“Esta vez ICE ya le había negado la postergación de la deportación antes de presentarse a la cita, algo que no se le notificó ni a ella ni a su abogado sino hasta que estuvo dentro de las oficinas, donde fue detenida inmediatamente”, relató Flora.

La mexicana se hallaba retenida en Aurora, al este de Denver, y el pasado viernes fue traslada a Arizona, con miras a su deportación, que finalmente se efectuó el sábado. Según la información provista, la madre mexicana se ha reunido con familiares en Ciudad Juárez, México.

Para frenar su expulsión, la organización We Belong Together envió una carta-documento con casi 5.000 firmas al director de ICE, Thomas Homan, y al secretario del Departamento de Seguridad Interna (DHS), John Kelly.

Asimismo, tanto Rodríguez Sagarnaga, como su madre y su hija mayor, grabaron videos que fueron luego difundidos en las redes sociales, en los que solicitaban se detenga el proceso de deportación.

Otras estrategias usadas con éxito en el pasado, como pedir santuario en una iglesia, gestionar una visa especial para víctimas de crímenes, tampoco funcionaron en este caso.

Flora reiteró el compromiso de su grupo de “mantenerse firme contra los impactos dañinos de un sistema inmigratorio opresivo”.

AFSC de Denver y We Belong Together han iniciado una campaña en internet para recaudar fondos a favor de las hijas de Rodríguez Sagarnaga, que por el momento permanecerán en Colorado.